VENTAJAS DE TENER UNA CAVA DE VINO EN CASA O RESTAURANTE

 

• Conserva el sabor del vino como el primer día

• Mantiene la humedad relativa

• Resguarda la calidad del vino durante mucho tiempo

• Protege al vino de la luz

• Impide la aparición de bacterias

• Mantiene la humedad relativa

• Regula la temperatura ambiente

• Permite envejecer las botellas del vino de manera adecuada

• Las vinotecas nos permiten almacenar todo tipo de vino de manera cómoda y sencilla.

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¿CÓMO GUARDAR LAS BOTELLAS EN TU CAVA?

 

Las botellas tienen que estar colocadas  en posición horizontal.  Esto va a permitir mantener el corcho húmedo, esto evitará el deterioro de los componentes del vino. Además de protegerlo de otros fenómenos como son  la luz, la temperatura y las vibraciones.

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MANTENIMIENTO DE UNA CAVA ENFRIADORA DE VINOS

 

Las cavas y enfriadores de vinos no requieren prácticamente mantenimiento, pero el poco que requieren hay que hacerlo de manera correcta y regular.

 

Aquí algunos aspectos importantes:

 

•  Revisión regular de niveles de humedad y temperatura. Cómo hemos visto anteriormente, mantener la temperatura y la humedad es fundamental para los vinos, pero también para el buen funcionamiento de la cava.  Hay que revisar de vez en cuando los niveles de humedad y temperatura.  

 

• Revisión y cambio del filtro de carbono. Es muy importante en nuestra cava tener correctamente el  filtro de carbono, para evitar aromas extraños.  Un mal estado de este filtro va a provocar además de malos olores sino que al ser la entrada del aire refrigerado al armario de conservación, puede provocar problemas en el rendimiento del motor y puede haber temperaturas superiores a las correctas, desviaciones de humedad…  Por lo tanto recomendamos cambiar el filtro de carbono y tener la nevera a punto cada año. 

• Limpieza del ventilador: Al igual que ocurre con otros electrodomésticos, es necesario mantener el ventilador libre de polvo y suciedad que se acumula con la entrada y movimiento de aire.

• Limpieza de la Cava: 

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       Es preferible no utilizar productos químicos en su limpieza.  Si fuera necesario por el paso del tiempo y el uso, se puede utilizar jabón neutro y agua fría.   Se recomienda utilizar un trapo seco para retira la suciedad y abrillantarla.

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